Es algo que varía según nuestras necesidades y nuestra etapa de la vida. Tener salud financiera es tener seguridad financiera y eso NO significa ganar mucho dinero, aquí tenemos dos casos:
Gana $6,000 dólares al año.
Tiene $500 dólares ahorrados.
Le quedan por pagar $10,000 dólares de hipoteca por su casa,
$3,000 dólares del préstamo de su vehículo y tiene un saldo de $2,000 dólares por pagar en su
tarjeta de crédito.
Gana $6,000 dólares al año.
Tiene $2,000 dólares ahorrados. Le quedan por pagar $5,000 dólares de la hipoteca de su
departamento, su vehículo está pagado y debe $200 dólares de su tarjeta de crédito, que abonará al
final de mes.
Si mantienes tus gastos por debajo de tus ingresos podrás ahorrar, invertir y alcanzar la seguridad financiera.
Adoptar el hábito de ahorrar algo cada mes, es esencial, y cuanto antes se empieces, mejor. Ahorrar lo suficiente te ayuda a conseguir no sólo seguridad, sino independencia financiera ¿Cómo conseguir la seguridad financiera? Empieza por conocer cuál es tu situación actual y cuáles son tus objetivos financieros concretos.
Un
presupuesto familiar es un fiel aliado del ahorro: elaborar un listado con los ingresos y los gastos de un
determinado período de tiempo puede contribuir sobremanera a la salud financiera doméstica.
Estos
son los pasos para elaborar un presupuesto adaptado a las circunstancias y necesidades financieras de cada
familia.
Empezamos por poner en una lista
todas las entradas de dinero.
Las más importantes suelen ser la nómina o la pensión en
caso de jubilados, pero no te olvides de otros posibles ingresos como beneficios sociales, intereses
de cuentas bancarias, bonos o comisiones, trabajos extras.
Los gastos son todas las salidas
de dinero. Para saber realmente en qué situación estamos, hay que incluir todos los gastos actuales
y reales, desde la vivienda hasta los pequeños desembolsos diarios.
No debes olvidar otros
gastos eventuales como son las vacaciones, regalos de cumpleaños y compras de navidad, o los
imprevistos que puedan surgir.
Hay que identificar y apuntar todos los gastos, por más
pequeños que sean. ¡Mientras más exacto a la realidad sea tu presupuesto, mucho mejor!
GASTOS
FIJOS OBLIGATORIOS
Como la hipoteca o alquiler de la casa, alícuota de urbanización y las cuotas de otros préstamos. Hay que pagarlos y los montos no suelen ser negociable ni varía mucho mes a mes. Si no se abonan al banco dentro de los plazos establecidos, se podrán aplicar recargos adicionales de intereses por mora, aumentando cada vez más la deuda y la cantidad a pagar.
GASTOS
VARIABLES PERO NECESARIOS
Comida, colegio de los niños, ropa, luz, agua, teléfono, etc. Son gastos necesarios para vivir, pero con los que podemos ahorrar si hacemos pequeños recortes: comparar precios de productos, comprar marcas más económicas, utilizar transporte público en vez de pagar gasolina y parqueo, coger el autobús en vez de un taxi, etc.
GASTOS
OCASIONALES Y NO NECESARIOS
Todos los demás gastos que se podrían reducir o eliminar, no son importantes ni necesarios. Suelen llamarse gastos hormiga, son gastos para cosas que nos suelen gustar, pero que no son realmente. imprescindibles.
CUANDO HAY QUE RECORTAR GASTOS, ESTOS SON LOS PRIMEROS QUE SE DEBEN ELIMINAR.Es prácticamente imposible pasar toda la vida sin endeudamiento. La mayoría no
podemos pagar de contado la compra de una casa o de un carro, por ejemplo. Además, en ciertas
ocasiones pedir dinero prestado tiene más sentido que desembolsar toda la cantidad de inmediato. No
tienes que usar todos tus ahorros de golpe, puedes mantener algo para futuras eventualidades.
Lo más importante nace del presupuesto que hayas elaborado. Podrás identificar que
cantidad de dinero extra es con lo que cuentas en caso de adquirir una deuda.
El error en
el que caemos todos es pensar que las cuotas al ser bajas o moderadas o que se ajustan a nuestros
ingresos, implica que debemos obligatoriamente ajustarnos en otros gastos. Caso contrario lo que
estaremos haciendo es sumar una cuota más en el presupuesto de gastos y al final de mes darnos
cuenta de que no nos
alcanza el dinero para cancelar los gastos obligatorios.
Aumentar nuestros ahorros
Mejorar nuestro nivel de vida
Cubrir imprevistos financieros
Mantener los costos del crédito a niveles razonables
